San Lucas 14, 12-14

Comentario Introductorio

Jesús nos invita a vivir una generosidad que no busca recompensas ni reconocimientos, sino que nace del amor gratuito. Dar sin esperar nada a cambio es reflejar el modo en que Dios nos ama: sin cálculos ni condiciones. En ese gesto silencioso y desinteresado se esconde una alegría más profunda, la de saberse parte del Reino que se construye con compasión y servicio. ¿Estoy dispuesto a abrir mi mesa; mi tiempo, mis recursos, mi corazón, a quienes no pueden devolverme nada?

Lun 03 noviembre

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas

Un sábado, Jesús entró a comer en casa de unos de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente.

Jesús dijo al que lo había invitado: «Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa.

Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos.

¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!»