San Juan Pablo II, nacido como Karol Józef Wojtyła el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, Polonia, fue uno de los papas más influyentes y queridos del siglo XX. Creció en una familia católica y experimentó la tragedia desde joven: su madre murió cuando él tenía solo 9 años, y su padre falleció cuando tenía 21. Durante su juventud, Karol fue un amante del teatro y un ávido estudiante de literatura y filosofía. Sin embargo, su vida cambió drásticamente con la ocupación nazi de Polonia en 1939.
Bajo el régimen nazi, Wojtyła trabajó en una cantera para evitar ser deportado y participó en un seminario clandestino para estudiar el sacerdocio. Fue ordenado sacerdote en 1946 y, tras obtener un doctorado en teología, comenzó su labor pastoral en Cracovia, donde rápidamente ganó reconocimiento por su inteligencia, su carisma y su capacidad de conectar con los jóvenes.
Uno de los datos más interesantes de su vida es que, además de sus actividades pastorales, Wojtyła fue un escritor prolífico y un filósofo destacado. Escribió obras sobre ética y teología, además de poesía y teatro. Durante su tiempo como arzobispo de Cracovia (nombrado en 1964), fue una figura clave en la resistencia pacífica al comunismo en Polonia, apoyando los derechos humanos y la libertad religiosa.
El 16 de octubre de 1978, Wojtyła fue elegido Papa, el primero no italiano en más de 450 años, tomando el nombre de Juan Pablo II. Su pontificado fue uno de los más largos de la historia, durando hasta su muerte en 2005. Desde el principio, fue un papa con una visión global, viajando a más de 129 países, algo sin precedentes para un pontífice. En estas visitas, abogó por los derechos humanos, la paz y el diálogo interreligioso.
Uno de los momentos más dramáticos de su vida ocurrió en 1981, cuando fue víctima de un intento de asesinato. Fue gravemente herido por disparos del terrorista turco Mehmet Ali Ağca en la Plaza de San Pedro. Sin embargo, Juan Pablo II no solo sobrevivió, sino que más tarde visitó a su atacante en prisión y lo perdonó, mostrando un profundo acto de misericordia cristiana.
Juan Pablo II también jugó un papel crucial en la caída del comunismo en Europa del Este. Su apoyo al movimiento sindical Solidaridad en Polonia, liderado por Lech Wałęsa, y sus mensajes de libertad fueron una inspiración para muchos en la lucha contra los regímenes comunistas.
Además de su influencia política, Juan Pablo II fue conocido por su enfoque en la teología del cuerpo, promoviendo una visión profunda de la dignidad humana, la sexualidad y el amor. También tuvo una fuerte relación con los jóvenes, fundando las Jornadas Mundiales de la Juventud, que hasta hoy siguen siendo un evento clave para la Iglesia.
A pesar de su creciente fragilidad física en sus últimos años, debido a la enfermedad de Parkinson, continuó liderando la Iglesia con firmeza y esperanza hasta su muerte el 2 de abril de 2005. Fue canonizado en 2014 por el Papa Francisco.
Su vida es recordada como la de un hombre de fe profunda, resiliencia y un incansable defensor de la dignidad humana y la paz mundial.

Vidas que inspiran: San Juan Pablo II
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