San Marcos 3, 31-35

Comentario Introductorio

Jesús plantea a los presentes una pregunta: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?”, y mirando a sus discípulos, los nombra a ellos como su nueva familia, los que están con Él y cumplen la voluntad de Dios. Ya no es la sangre el criterio de fraternidad, sino la pertenencia a los seguidores del Señor lo que nos hace familia espiritual. ¿Cumplo la voluntad del Señor? ¿Me siento parte de la familia de Jesús? ¿Creo que mis compañeros, discípulos de Jesús, son de verdad mis hermanos?

Mar 28 enero

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar. La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: «Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera.»
Él les respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.»