San Juan 5, 31-47
Jesús denuncia un modo de actuar y de leer las Escrituras que no provoca el encuentro con el Dios Vivo. Interpretar interesadamente las Escrituras, buscar la propia gloria y prestigio es desoír al Dios que es Amor y así nos habla. Qué bueno que en este tiempo cuaresmal frecuentemos más la Palabra de Dios y nos dejemos transformar sin oponer resistencia. Que podamos reconocer el testimonio verdadero de quien no se promueve a sí mismo, sino que procura la voluntad del Padre. ¿Qué cambios debo procurar en mi vida a la luz del testimonio y las opciones de Jesús?







