San Lucas 11, 37-41

Comentario Introductorio

Jesús desenmascara la actitud hipócrita de los fariseos que siempre están preocupados sólo por las cosas externas, ya que para el Señor lo que importa es la pureza interior. Jesús compara al hombre con una copa que debe estar limpia por dentro y por fuera, la coherencia entre la fe que se profesa interiormente y la vivencia de la caridad, sobre todo con los más necesitados. ¿Busco la pureza verdadera o vivo de apariencias? ¿Soy generoso con lo tengo, especialmente con los pobres?

Mar 15 octubre

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas

Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer.

Pero el Señor le dijo: «¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.»